Resulta imposible hablar de la Navidad sin pensar en el árbol de Navidad. Pero, ¿es el árbol de Navidad una tradición cristiana? La respuesta es más compleja que un simple si o no. Ya que en origen es una tradición pagana, pero su generalización se debe expresamente al cristianismo. Vamos a tratar de explicarlo.
Debemos retroceder unos 4.500 años para descubrir los orígenes del árbol navideño. En aquella época, entre el 2.500 y el 2.000 a.C., los pobladores de Europa celebraban el solsticio de invierno, día en el que creían que se renovaba el ciclo de la vida, adornando un árbol perenne con antorchas en fechas próximas a las que hoy en día celebramos la Navidad.
Con la evangelización de estos pueblos, los cristianos aunaron la tradición pagana del solsticio de invierno con la fiesta del nacimiento de Jesús y asumieron la tradición de adornar un árbol en estas fechas.
Para los cristianos, esta tradición tiene varios simbolismos:
- En primer lugar se asocia al árbol de Navidad con el árbol de la vida que lucía en medio del Jardín del Edén.
- Las luces, velas en origen, representan la luz de Cristo en nuestra vida y la alegría por el nacimiento de Jesús.
- Las esferas tienen un doble significado: en origen, eran manzanas que representaban nuestras tentaciones, como la manzana de Adán y Eva. En la actualidad, representan los dones que recibimos de Dios y que Adán y Eva tenían en el Paraíso. Por el nacimiento de Cristo, los hombres renacen y tienen acceso a la plenitud de la vida, pudiendo decir, que de alguna manera, el árbol de Navidad nos recuerda la redención.
- La estrella que en algunas ocasiones se coloca en la punta, representa la estrella de Belén que anuncia la redención a la humanidad. También representa la fe, que debe ser guía en nuestra vida.
- La forma triangular del árbol, representa la Santísima Trinidad, estando Dios Padre en la cúspide, así como Dios Espíritu Santo y Dios Hijo en la base.
- El hecho de que el árbol sea perenne simboliza el eterno amor de Dios por nosotros.
Poco a poco, la costumbre del árbol de Navidad fue evolucionando. Las manzanas y las velas originales, se transformaron en esferas, luces y otros adornos. El moderno árbol navideño proviene de Alemania. Sus primeras referencias datan de principios del siglo XVII, cuando un árbol fue decorado para alegrar el ambiente frío de la Navidad, costumbre que se difundió rápidamente por todo el mundo.
Hasta principios del siglo XIX no llegaría a Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos. A partir de ese momento, la cultura anglosajona ha sido abanderada en materia de decoración navideña. A España, el árbol navideño no llegó hasta finales del siglo XIX.
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