Como ya sabéis, hacía siete cursos que no impartía clases en educación infantil, y la verdad es que no esperaba adaptarme también a esta etapa. Los alumnos son una maravilla y les encanta venir a trabajar y jugar conmigo en clase, por lo que todo ha sido mucho más facil de lo previsto.
Los alumnos de 3 añitos han empezado ya a aprender a utilizar el punzón y la almohadilla y se han llevado unas hojas de otoño estupendas a casa. Con los de 5 años, estuvimos viendo las distintas clases de querer a otras personas y el amor de Dios, y que mejor símbolo para hacer en clase que un corazón especialmente adornado para la ocasión. Aunque nos ha costado un poquito, los niños y yo estamos muy orgullosos de como estamos trabajando. Estas activadades no sólo sirven para afianzar los conceptos tratados en clase, sino de desarrollo de la motricidad fina, tan necesaria a la hora de iniciarse en la escritura.
Unos ejemplos de lo que me dio tiempo a fotografiar, porque con los enanos no hay mucho tiempo para despistarse: